El éxito se consigue con un cambio de perspectiva
El Sr. Schwarz me llamó. Era un lunes por la tarde y acababa de terminar una sesión de coaching. Le pregunté: "¿Qué puedo hacer por usted?" Me contestó: "Me he enterado por un amigo de que apoyas a los directivos en situaciones críticas". "Sí", dije, "depende. ¿Cuál es su situación entonces?" Respondió resignado: "Llevo unos meses presentando solicitudes, no sin éxito, pero no consigo pasar la primera ronda". Le pregunté qué puesto había ocupado hasta entonces, qué edad tenía y cuánto ganaba al año, dónde vivía y cuál era su situación familiar. Me facilitó información sobre todo y concertamos una reunión para conocernos personalmente. Le pedí que trajera todos sus documentos, como el CV, las referencias y los certificados. Tres días después nos encontramos en Colonia. Después de contarme cómo fueron las solicitudes que había iniciado, rápidamente me quedó claro cuál podía ser el problema. Le propuse que pasáramos dos días trabajando intensamente en sus habilidades de posicionamiento y entrevista para que pudiera actuar mejor. Aceptó, y una semana después comenzamos una entrevista de coaching intensiva. En primer lugar, analicé su situación profesional y familiar. Resultó que la salida de la última empresa no había estado exenta de conflictos y ese miedo resonaba de fondo en cada nueva conversación. Lo he abordado abiertamente. "Señor Schwarz, mi impresión es que para usted la situación de dejar la empresa aún no se ha aclarado. ¿Quieres hablar de ello?" Fue como si se hubiera abierto una gran puerta. Hablamos de este tema durante mucho tiempo, y le mostré en el rotafolio cómo había sido su situación en la antigua empresa y por qué se había desarrollado de tal manera que era inevitable marcharse. Estas realizaciones duelen. Mi cliente también se vio afectado. Dijo: "Sí, eso es exactamente lo que pasó. Me pregunto por qué no me he dado cuenta yo mismo". Le contesté: "Suele ser así porque es difícil ver una situación así de forma neutral desde fuera. Ahí es donde ayuda el cambio de perspectiva junto con un entrenador". Esta experiencia clave provocó un cambio en su imagen de sí mismo. Elaboramos un posicionamiento claro a partir de su gama de servicios y experiencia, y le mostré cómo preparar la entrevista de trabajo y a qué debía prestar atención al realizarla. Así que acudió a las siguientes entrevistas bien preparado, y no tardó en llamarme e informarme: "Estoy en la segunda ronda. ¿Qué has hecho conmigo?" Me alegré por él y le dije: "Lo has hecho tú solo. Sólo he abierto un poco los ojos". Consiguió ese trabajo y le seguí durante varios meses más hasta que llegó a la nueva empresa y se instaló bien. Pero esa es otra historia.